EN UN RINCÓN DEL ALMA
Dejé de ser perfecto el día de mi nacimiento, te amé desde el mismo momento en que puse mis ojos en ti, comencé a escribir cuando me di cuenta que las letras eran mi mejor compañía, me enamoré del mar cuando fui consciente que podía guardar todos mis secretos, me refugié en el pasado cada vez que en el presente necesité de él, necesité de los otoños cuando mis pasos perdidos pisaron hojas caídas, quedé extasiado de tus piernas cuando éstas se cruzaron ante mí y mi corazón exhaló un profundo suspiro de amor, de ternura y de vicio, se cumplieron mis sueños cada vez que fui valiente en la vida, me convertí en lluvia cada vez que necesité de un beso de tus labios, si soy lo que soy simplemente es por ser un infinito en mi universo reducido, convertido en una guarida de timideces, soledades y secretos escondidos en un rincón del alma.

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Se me acaba de ocurrir una idea, pero la voy a poner en práctica muy despacio. Pregúntame dentro de unos años...
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