ELVAIVÉN DE TU RESPIRACIÓN
Entrelazado en un suspiro cobarde me refugié en mi propia sombra,
Mientras tus brazos me daban cobijo y tus pechos el calor necesario para no querer huir más lejos de donde me encontraba.
El vaivén de tu respiración me hizo despertar de repente de aquel sueño extraño,
Tus labios sonrieron tímidamente y tus ojos dijeron te extraño mucho antes de que me hubiese alejado de ti.
El silencio de aquella habitación se hizo cómplice entre tú y yo. Me besaste como me gustaba, despacito para no llegar jamás al final, para quedarte a vivir entre mi aliento y mi alma.
Acaricié tu cuerpo desnudo por última vez, consciente de que cada centímetro de tu piel se adhería a mis manos como los recuerdos a cada amanecer.

Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
-
Se me acaba de ocurrir una idea, pero la voy a poner en práctica muy despacio. Pregúntame dentro de unos años...
Hay instantes que permanecen por siempre...
ResponderEliminarEs cierto, Magda. Muchas gracias por tu visita :-)
ResponderEliminar