EN MITAD DE LA NADA
Las tinieblas descansan en una ciudad abandonada, donde habita el silencio y se pierde tu mirada. Las penumbras se vuelven espesas, calcinada la niebla que rodea el cementerio, te asomas a la ventana del mañana. No existe dulzura…tan solo se distingue la luna marchitada y jadeos de dolor en medio de la nada.

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Se me acaba de ocurrir una idea, pero la voy a poner en práctica muy despacio. Pregúntame dentro de unos años...
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