MORIR CADA DÍA
Muero cada día, cuando los sueños gotean perezosamente sobre mi almohada. Restablezco mis orígenes, y parto de cero en una salida donde no tengo más contrincante que mi propia sombra adormecida. Matemáticamente soy incapaz de esconderme ante las injusticias del destino, y me rebelo ante mi suerte para comprobar que siempre siento lo mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario