Extraño la tormenta que me debes, la humedad de tu lluvia empapando mi rostro, la locura de tu abismo y la tarde que te conocí. Extraño la nostalgia de soñarte, la vida entera que te busqué, la belleza de tus piernas y el beso que no te robé. Extraño la inspiración de tus silencios, la caricia de tus manos, la esperanza de poderte inventar y lo bonito que es saber que siempre estarás.
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