HERIDA DE ORGULLO
Herida de orgullo, se vio perdida en su maldición. Ya no quedaban más condenas, se sintió atrapada por el tiempo y por la muerte, sin remisión. El camino a recorrer volaba hasta el infinito, descendía a los infiernos, y quedaba enterrado por las aguas del océano. Tal vez todo fuese un sueño, quizás locura, enajenación prohibida dentro de su alma, miedo a volver a ser ella misma. Buscó la noche para cobijarse en ella, pero fue la niebla quien la atrapó. Le acarició las entrañas, se apoderó de su alma, y le hizo el amor con tanta calma que al llegar al éxtasis nunca más regresó.

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Se me acaba de ocurrir una idea, pero la voy a poner en práctica muy despacio. Pregúntame dentro de unos años...
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