POR TU NOMBRE DE MUJER
Por aquellas cartas redactadas cada final de mes, por las historias inventadas y olvidadas en hojas de papel, por las noches frente a la playa, por aquellas ganas de volverte a ver, por las carreteras recorridas en mitad de la tremenda desnudez, por las horas de inspiración en cafeterías que no cerraban hasta el amanecer, por aquella noche de hotel en la que tantas horas te esperé, por los amigos que nunca lo fueron, por aquel viaje eterno dormido en un vagón del tren, por los amores cóncavos y los celos convexos, por el deseo de quedarme dormido en tu ombligo, por un otoño lejano, por tu nombre de mujer.

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Se me acaba de ocurrir una idea, pero la voy a poner en práctica muy despacio. Pregúntame dentro de unos años...
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