Cuantas veces callé, y no hablé por no herir los sentimientos de los demás,
Cuantas veces me guardé para mí lo que hubiese querido gritar a los cuatro vientos,
Cuantas veces tuve miedo de pronunciar tu nombre cuando no debía,
Cuantas veces me engañé a mí mismo para agarrarme a mi silencio,
Cuantas veces debí decirte te quiero en lugar de lo siento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario