DEJANDO VOLAR LA IMAGINACIÓN

Hoy he regresado a la misma cafetería de siempre, he tomado asiento en el mismo lugar de antaño, donde tantas veces escribí tu historia e inventé los besos que me robaste sin rozar mis labios. He pedido café a la misma camarera de pelo negro que había entonces y me ha confirmado con su sonrisa dulce que el tiempo no ha pasado, aunque el reloj del destino haya seguido avanzando. Tantas veces te tuv e frente a mí que ahora se me hace extraño tu silencio y tu vacío lo llena de fondo un cuadro de Don Quijote luchando contra los molinos de La Mancha mientras suena una canción titulada "Vete ya". Hoy he vuelto a abrir mis viejos cuadernos para cerciorarme que tu presencia no fue fruto de mi imaginación y, efectivamente, en cada letra puedo reconocer tu voz, en cada sílaba las caricias de tus manos, en cada palabra tu aliento. Me he dejado envolver por tu historia como en su día me imaginé envuelto por tus piernas y cazado por tus ojos profundos como el misterio que te llevó a ser la sombra de mi obsesión. Hoy he vuelto a ser cliente de una cafetería hecha a mi media, donde los años no han pasado en balde para ninguno de los dos. Donde tú has dejado de acudir a nuestra cita y donde yo vuelo con la imaginación.