martes, 1 de enero de 2013

YA NO SOMOS CÓMPLICES

Los rayos de sol golpean las gotas de lluvia, los relámpagos impactan contra los sonidos de tormentas quebradas, los cielos se vistieron de agua y los mares de nubes. Los borrachos dominan el mundo y los políticos se arrastran por las ciudades apagadas, cual animales nocturnos sin techo donde cobijarse. Las princesas se visten de prostitutas y los lamentos se convirtieron en gemidos de placer, escondidos en lugares públicos porque los burdeles quedaron vacíos por abuso de amor. Los hospitales se llenaron de medicamentos porque los humanos dejaron de enfermar. En alguna cantina de carretera escribo una canción para que algún día pueda recordarte al escuchar la música tocada por cualquier trovador. Ya no somos cómplices, tan sólo somos fugitivos que huyen de la justicia porque las cárceles se llenaron de alcaides convertidos en marionetas que vivieron sin creer en nadie.

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