viernes, 15 de marzo de 2013

EN UNA VIEJA ESTACIÓN DE TREN

Las nubes pasaron y el cielo brilló con su punto más gris, caminos luminosos que nos llevarán hacia ningún lugar, aquel tranvía donde un día te quise besar se detuvo para siempre en una vieja estación de tren, el sonido de una guitarra tocó una triste canción, y la lluvia al fin hizo acto de aparición. Un libro en mis manos, el cabello revuelto por un viento gélido que baja desde lo más alto de la montaña, y unos bolsillos vacíos, aunque te puedo asegurar que van llenos de sueños, sonrisas y un poquito de soledad. No hubo más remedio que ir dejando atrás los recuerdos, el tiempo que se fue sin decir nada más, y una ciudad que me recibió de noche para demostrarme que todavía se podía uno enamorar.

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